A continuación preparamos el terrario para que las tortus puedan salir a caminar y a tomar el sol. Colocamos algunas plantas tratando de no quitarles mucho espacio a las tortus y cubrimos con grava blanca, esto ayudará a que se vea bien y que las tortus no arrastren tierra al estanque.
Se coloca también un metro cuadrado de pasto de golf; este tipo de pasto aunque es más caro requiere menos mantenimiento y no crece mucho además de que luce mucho más decorativamente hablando.
Por último se arma una pequeña cueva con la laja que nos sobró de la cascada para que en caso que las tortus quieran hibernar tengan un lugar donde refugiarse; el interior se cubre con un sustrato a base de madera para hacerla más cómoda.
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